El pasado sábado 29 de noviembre, después de la celebración de las Primeras Vísperas de Adviento, inaguramos la iluminación de la cruz de la Parroquia.
Esta cruz iluminada quiere ser un referente en el barrio, pero no solo de forma decorativa. Pretende ser el faro y el recordatorio de que nosotros, juntos como parroquia y de forma individual en nuestos quehaceres, estamos llamados a ser también la luz de Cristo.
«Vosotros sois la luz del mundo. No puede ocultarse una ciudad situada en lo alto de un monte; ni se enciende una luz para ponerla debajo de un celemín, sino sobre un candelero para que alumbre a todos los de la casa. Alumbre así vuestra luz ante los hombres, para que vean vuestras buenas obras y glorifiquen a vuestro Padre, que está en los cielos.»
Mateo 5,14-16